Taller 16 de abril del 2014... torrijas y borrachillos

El último taller de la Semana Santa había que aprovecharlo bien, para hacer dos de los postres más típicos de estas fechas: las torrijas y los borrachillos o borrachuelos.

El inconveniente de la realización de esta receta por parte de niños es el peligro de freír con aceite a alta temperatura, por eso no podemos ser muchos en este taller, si queremos que ellos realicen íntegramente la receta , incluso aunque sea con ayuda...

y aquí os presento a este magnífico grupo de cocineros:

Para hacer los borrachillos necesitamos:

una taza de vino blanco
una taza de aceite de oliva y
una taza de licor de anís
y la harina que admita hasta que podamos moldear los borrachillos sin que se nos peguen en las manos.
Todo esto lo amasamos bien, lo estiramos con el rodillo bien, bien finito, lo cortamos en forma de rombos, unimos las dos partes más puntiagudas y los echamos a la sartén con el aceite fuerte (no demasiado). Cuando estén dorados por ambos lados, los sacamos y escurrimos en papel absorbente, y seguidamente los pasamos por azúcar mezclada con un poquito de canela... y a saborearlos.

 No te preocupes que el alcohol se evapora y no emborracha

Como no tenemos mucho tiempo, nos ponemos en seguida con una receta más sencilla aún, pero no por ello menos deliciosa: las torrijas (ummmm).

Primero ponemos a hervir un ratito (cuanto más rato, mejor) la leche, con una ramita de canela y la piel de un limón y una naranja (solo lo amarillo y lo naranja, no lo blanco, que amarga).

Mientras se entibia la leche, cortamos unas rodajas de pan, mejor del día anterior, por otro lado batimos un par de huevos, y por otro ponemos un recipiente con harina...

Ahora metemos el pan en la leche, cuando esté bien empapado (mucho), lo pasamos a la harina, y lo emborrizamos, después le llega el turno al huevo, impregnamos bien el pan y lo llevamos a freír. Cuando esté dorado por ambos lados, lo sacamos, lo escurrimos en papel absorbente y lo pasamos por una mezcla de azúcar y canela...y si los borrachillos estaban buenos...¿ni os cuento lo ricas que están las torrijas!